Babesiosis
La babesiosis es una enfermedad causada por parásitos que se alojan dentro de los glóbulos rojos en la sangre de los animales. Se distribuye en regiones tropicales y subtropicales del mundo, donde también se encuentran las garrapatas que la transmiten. En México Babesia bovis y Babesia bigemina causan la enfermedad en los bovinos, mientras que Babesia vogeli afecta a los caninos.
Las Babesias destruyen las células rojas de la sangre y deterioran la salud del animal, lo que puede ocasionar la muerte.
Signos clínicos
El principal signo de la enfermedad es una fiebre alta (39.5-41°C). Los animales también sufren anemia, debilidad, coloración amarilla en las mucosas, depresión, orina rojiza, aumento en la frecuencia respiratoria, abortos en hembras gestantes y la muerte.
Las infecciones causadas por Babesia bovis pueden presentar signos nerviosos, como incoordinación y coma.
Los signos clínicos aparecen entre dos y tres semanas después de la mordedura de una garrapata infectada con Babesia.
Transmisión
Es necesario la mordedura de garrapata para que un animal enferme. También se puede adquirir la enfermedad al compartir agujas entre animales, al compartir material de cirugía o al realizar transfusiones sanguíneas.
Las Babesias son adquiridas por una garrapata adulta tras morder a un animal infectado y/o enfermo. Una vez que la garrapata se desprende del bovino, los parásitos se desplazan a los ovarios de la hembra e infectan a los huevecillos. Esto significa que la siguiente generación de garrapatas estará infectada con Babesia y podrá transmitir la enfermedad a los bovinos, este fenómeno se le conoce como transmisión transovárica.
Manejo de la enfermedad
Los bovinos son resistentes a la enfermedad durante los primeros 9 meses de edad, lo que significa que raramente presentarán signos clínicos durante este periodo.
En zonas donde la relación entre la garrapata, la enfermedad y los bovinos es muy estrecha se presenta un fenómeno llamado estabilidad enzoótica. Este fenómeno se caracteriza por la ausencia de signos clínicos en los animales pero con el parásito circulando en el hato.
Esa estabilidad enzoótica se puede romper si los animales no son infectados durante la ventana de resistencia que presentan. La disminución de las poblaciones de garrapatas puede provocar la ruptura de la estabilidad enzoótica en una zona. El cambio en el clima y el uso de acaricidas son factores que modifican el número de garrapatas circulantes en el ambiente.
Por este motivo es necesario realizar el diagnóstico de la enfermedad antes del término del periodo de resistencia de los animales, con la finalidad de tomar acciones correctivas para evitar la enfermedad en los animales.